domingo, 12 de noviembre de 2017

Versión Original (Canciones que tienen un pasado) 

En el mes de octubre del año 1984 en Paisley Park, poco después de la publicación de Purple Rain, Prince grabó  todo el disco de su nuevo grupo: The Family. Solo necesitó unos pocos días y también puso su voz a siete de los ocho temas del disco. 
Todo el disco quedaba relegado a segundo, a un tercer plano con respecto a una enorme canción de amor, dedicada a su novia Sussanah que también formaba parte del grupo, a la que Prince le puso el nombre Nothing compares 2 U.
En el tema, no había batería. Nada de percusión, sólo la voz de St. Paul jugando a ser Prince, con un órgano de fondo, al estilo de un himno sacro para las bodas. Sussanah estaba en los coros e inequívocamente, también Prince. Era una obra maestra. Y no lo sabían.
El álbum de The Family se había acabado a finales del año 1984 pero no apareció a la venta hasta casi un año después, en agosto del año 1985. Sólo se publicó en vinilo, sin promoción, en su sello Paisley Park Records. Hubo una sola actuación del grupo, una especie de presentación en el First Avenue, la sala preferida de la 'Familia Prince'. Sussanah Melvin todavía recuerda con emoción cuando cantó con Paul Johnson su compañero de grupo Nothing compares 2 U. Pero la magnífica canción desapareció de la faz de la música, como si jamás hubiera existido .

 
El absoluto olvido duró cinco largos años. Exactamente, hasta el 7 de enero de 1989, cuando Prince presentó una demanda en los tribunales de Los Ángeles y despide a su mánager, Steve Fargnoli.
Unos pocos meses más tarde, Steve Fargnoli se instaló en Londres. Su nueva compañía de management se llamaba Pure Acts Limited. Uno de sus primeros fichajes fue Sinead O'Connor, desconocida artista del pequeño sello llamado Ensign.
En aquellos días ya había preparado su venganza contra Prince por haber prescindido de él. Fargnoli sabía de sobra que Prince consideraba Nothing compares 2 U, como una de sus joyas intocables, una de sus grandes composiciones, pero que no quería tocarla ni grabarla de nuevo.
Fargnoli se dio prisa. Unas semanas después de fichar a Sinead, hizo que la irlandesa grabara la canción con la guía de Nellee Hooper, el productor que estaba de moda en ese momento en Londres.
El resto es historia. Justo un año después que Prince hubiera despedido a Fargnoli, el sensacional vídeo que hizo Sinead OConnor ayudó a que la canción fuera numero uno en más en 37 países del mundo y que vendiera más de 10 millones de copias, y lo curioso es que Prince no sabía ni quién era Sinead O'Connor.  



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